jueves, 19 de abril de 2012

El país que lidere la tecnología renovable liderará la economía mundial


miércoles, 18 de abril de 2012
Eficiencia Energética
Lydia Capitán Zamora. Expertos economistas analizan la constribución de las energías renovables al cambio del modelo productivo y la competitividad de España en un ciclo organizado por la Fundación Focus-Abengoa y la Universidad Menéndez Pelayo.
Mesa redonda durante las jornadas celebradas en el Hospital de los Venerables de SevillaLa economía de un país depende de la actividad que generen sus sectores productivos y en la actualidad, en un mercado global en el que las energías renovables se han convertido en una de las industrias con mayor potencial de desarrollo, puede resultar más que acertado decir que “los líderes del desarrollo tecnológico lo serán también de la economía mundial”.
Lo apuntaba con anterioridad el propio presidente estadounidense Barack Obama, y lo suscriben expertos y analistas del sector como la profesora titular del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid Natalia Fabra, quien no duda en confiar al sector energético renovable las llaves del progreso de la economía mundial en los próximos años.
El crecimiento de la industria renovable se enmarca en un proceso de cambio del modelo energéticoeuropeo iniciado en 2008 y que persigue unos objetivos concretos, a fin de reducir un 20% las emisiones, aumentar el porcentaje de consumo eléctrico procedente de fuentes alternativas e introducir un 10% de energía renovable en el sector transporte.
En el horizonte de 2050 las metas son aún más ambiciosas y esto hará que el sector eléctrico juegue un papel clave en las próximas décadas en la economía de todos los países, entre ellos España, donde “el desarrollo económico, político y social debe pasar sin duda por el apoyo continuado a las renovables”, ha subrayadoFabra durante su participación en el ciclo ‘Energías renovables. Competitividad. Empleo' organizado por la Fundación Focus-Abengoa y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Sevilla.

Desde 2005 en España se ha materializado una gran apuesta por las fuentes renovables, lo que ha permitido incrementar en todos estos años los niveles de producción y la cobertura en el suministro con este tipo de energía. Sin embargo, la situación es ahora distinta tras la reciente moratoria para el sector adoptada por el Gobierno español, una decisión que a juicio de la experta de la Universidad Carlos III “frustra la senda de crecimiento prevista”.
En esta línea, Fabra defiende el apoyo a las renovables basándose en la teoría económica de que “toda tecnología necesita ser respaldada hasta que alcance la suficiente madurez”, ya que “si cortamos o abandonamos algo por lo que hemos apostado antes de recoger sus frutos, no estamos haciendo nada”, afirma. Por el contrario, lo que necesita este mercado son nuevos mecanismos e inversiones que permitan mejorar la eficiencia productiva, más aún en un país como España que depende energéticamente en un 90% del exterior y cuyas únicas fuentes autóctonas son actualmente las renovables.

Externalidades positivas asociadas a las energías renovables
Las ventajas de la producción eléctrica a partir de fuentes renovables vuelven a quedar de manifiesto en los datos correspondientes al presente año, cuando según un reciente informe de Deloitte este tipo de energía cubre el 20% de la producción eléctrica, evitando 32 millones de toneladas de emisiones, propiciando un ahorro de 467 millones de euros y evitando también la importación de grandes cantidades de toneladas de equivalentes de petróleo.
Tal y como apunta Fabra, otros valores añadidos de las energías renovables son la contribución al PIB; el fomento de la I+D; la alta capacidad industrial y la correspondiente ventaja competitiva; la garantía de suministro a largo plazo; la propensión exportadora de las empresas de este sector (con el 27,5% de sus ingresos procedentes de esta actividad frente al 13,8% de las firmas de otros ámbitos); la creación de empleos directos e indirectos (se cifran en 130.000 para 2020, con un crecimiento del 83%), especialmente en un sector con gran potencial como el termosolar; y la posibilidades de entablar acuerdos de reciprocidad con otros países en materia tecnológica.

Sin embargo, para la consecución de estos objetivos es necesario “materializar una apuesta mayor y constante” por las renovables dentro de un “marco normativo estable y una regulación eficaz” que contemple “retribuciones flexibles, propicie el aprovechamiento de la curva de aprendizaje y con ello la futura reducción de costes en cada tecnología, y comprenda dicha evolución de costes”.
En este sentido, Fabra propone la celebración de una serie de subastas periódicas que sirvan de vía de información y comunicación entre el Estado, que “no conoce realmente ni el estado ni el costo de los sectores”, y los inversores, que “verdaderamente son los que ponen el dinero, conocen por dónde va el mercado y pueden por tanto reconocer las tarifas idóneas y ajustadas al coste de la tecnología en cada momento”, explica.

Sin embargo, para que dichos empleos no se vean amenazados por las nuevas medidas, el liderazgo tecnológico de España no sea puesto en entredicho, se alcance la producción electrica libre de emisiones en 2050, y sea posible una reducción de precios en el mercado eléctrico como resultado de la evolución tecnológica, “es fundamental y totalmente necesario dar al sector el impulso continuado que requiere y hacerlo de un modo mejor mediante retribuciones ciertas y no a base de medidas que desincentivan a futuros inversores por temor a la aplicación de recortes retroactivos”. “Tenemos que seguir invirtiendo hoy para que esto se traduzca en aprendizaje y en precios muy inferiores en 2020 o 2030”, ha agregado la profesora de Economía en la Universidad madrileña Carlos III.
Por el contrario, “si nos detenemos a medio camino, en el futuro nos costará mucho más desarrollar las tecnologías renovables y hacerlo a menores costes. El futuro será más caro que el presente si cesamos ahora en renovables, ya que las inversiones presentes se traducen en menores precios en el mercado eléctrico en el futuro".

Durante su intervención en las jornadas, Fabra también ha introducido otros posibles mecanismos de mercado para la incorporación de la nueva potencia renovable tales como la introducción de cambios en la regulación de las instalaciones que pertenecen al parque histórico de antes de 2007, y que las retribuciones para las centrales nucleares e hidroeléctricas sean recuperadas y reorientadas para las energías renovables actuales, a fin de poder hacer sostenible el sector eléctrico en los años venideros.

Todos estos instrumentos permitirían mantener el “inseparable binomio sostenibilidad económica y ambiental” e impulsaría un escenario global sostenible con “menos nuclear y más renovables” de aquí a 2030. Además, la apuesta por sistemas energéticos alternativos puede llegar a suponer un ahorro de 100.000 millones de euros para el consumidor en las próximas décadas, apunta Fabra.

En cuanto al factor internacionalizaciónFabra estima que este componente es “fundamental” para las empresas porque “genera empleo y consolida liderazgo”, pero advierte de que “debe existir previamente una sólida y potente infraestructura industrial dentro de España para, a partir de ahí, tener éxito fuera”.
Hacia la competitividad en nuevos sectores

El ciclo sobre energías renovables organizado por Focus-Abengoa y la Universidad Menéndez Pelayo ha contado asimismo con la participación del profesor de Teoría Económica en la UPO José María O´Kean, quien apunta que los principales “fallos y carencias” de España radican en la “regulación del mercado laboral” y los “métodos de financiación”. “La crisis ha destruido el tejido productivo anterior y hay que buscar otro para ir situándonos en nuevos sectores competitivos”, señala.
“El problema es el miedo que le tenemos a la tecnología siendo ésta la clave del futuro para la industria renovable y para prácticamente todos los sectores”, agrega. “Debemos acceder a los mercados internacionales para que nuestras empresas sean competitivas, por ahí empieza todo, pero esto dependen en gran medida del entorno institucional, de cómo se utilicen los recursos y también del coste de las energías”, ha puntualizado. De cualquier forma, “debemos aprovechar los centros, grupos de investigación y empresas de referencia mundial con los que cuenta España y Andalucía”, ha afirmado el economista.
O’Kean apuesta asimismo por avanzar hacia un modelo de regulación “pensando en el consumidor y no regulado por la propia oferta con grandes lobbies de producción”. "El lobby está arrasando al sector de las renovables y algo pasa porque no se regula con eficiencia económica”, ha finalizado.

Por último, el catedrático de Termodinámica en la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla y presidente del Centro Tecnológico Avanzado de Energias Renovables (CTAER), Valeriano Ruiz, ha apostado por dar continuidad a la industria renovable para que “no haya una constante fuga de cerebros” en el área de Ingeniería de las Universidad españolas y por reorganizar bien los recursos existentes para que el modelo energético sea sostenible y eficiente.



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