Autor: Pilar Heatley
ENTREVISTA A JORGE MORALES DE LABRA, DIRECTOR GENERAL DE GEOATLANTER
Jorge Morales es director general de GeoAtlanter, empresa dedicada a la generación, distribución, suministro y comercialización de energía eléctrica, partiendo de tecnologías renovables. Además es miembro del Comité de Productores de UNEF y plumilla y ponente en cualquiersarao energético. Tiene las cosas muy claras en este ‘juego de la energía’ del que se queja, puesto que las “reglas cambian a mitad del partido”. Siempre tiene algo que decir, puedo hacerlo más alto pero no más claro.
Lasenergias. Como miembro del sector energético, ¿qué espera del nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal?
Jorge Morales. Espero que de una vez por todas levante la manta del sector eléctrico, analice con objetividad todos los problemas que hay, realice una auditoría de costes para conocer los márgenes de todas las actividades y, a partir de ahí, monte una mesa de diálogo, algo esencial, porque no se puede regular a golpe de decretazo. Lo único que se consigue con eso es parchear el sector, introducir confusión y problemas adiciones. En la mesa de diálogo deberían estar las empresas eléctricas, tanto las convencionales como las nuevas; los consumidores, a los que se les echa de menos en muchas discusiones y ya empiezan a tener un conocimiento suficiente como para sentarse allí. En tercer lugar, los políticos, porque las inversiones en el sector eléctrico se hacen a muy largo plazo y, por tanto, no vale de nada un acuerdo con un político que va a gestionar esa política como máximo ocho años. Hay que hacer acuerdos a 20 años. Por último, que estén representados todos los agentes sociales, por ejemplo los sindicatos. El empleo aquí es fundamental. El sector eléctrico mantiene directamente cerca de 100.000 empleos entre las empresas convencionales y las renovables, pero podría crear muchísimos más.
L.e. De hecho, UGT ha advertido que se movilizarán si hay nuevos cambios en el sector eléctrico…
J.M. Hay muchos puestos de trabajo en juego ahora mismo pero no sólo los puestos de trabajo creados, que son importantes, si no también los que se podrían crear. El sector de las renovables en España ha destrozado 50.000 empleos en los últimos cinco años. El propio plan de eficiencia energética que aprobó el Gobierno socialista a finales de 2011 ya anunciaba que sólo con medidas de eficiencia energética se podrían crear en España más de un millón de puestos de trabajo. El empleo en un sector estratégico como es el de la energía es capital. El sector del autoconsumo puede aportar una solución a muchos de los problemas de España. Y una solución sin subvención, porque con una ayuda cualquiera puede aportar empleo. De lo que se trata es de aportarlo desde otros sectores productivos.
L.e. ¿Por qué da la sensación de que al Gobierno no le interesa el autoconsumo?
J.M. ¡Es una realidad! Desde el momento en que el Gobierno vota en contra de la directiva de eficiencia energética ya deja de ser una sensación y es un hecho objetivo. Creo que España tiene una sobrecapacidad manifiesta de energía y, como consecuencia de ello, el Gobierno está en contra de cualquier medida que suponga un ahorro de energía porque le incrementa el problema del exceso de capacidad que ya tiene. Me parece una visión muy cortoplacista porque en el corto plazo puede haber un impacto muy grande sobre esas centrales que dejan de producir energía, pero a largo plazo aumentará la capacidad de autosuficiencia de España. El impacto macroeconómico de eso es mayor que el cierre de unas cuantas centrales.
L.e. Hace unos días UNEF anunciaba que se temía el concurso de acreedores en las plantas fotovoltaicas y a los días se conoció el caso de Siliken. ¿Es esto consecuencia de la reforma energética?
J.M. Esto no es consecuencia de la actual reforma energética, sino de las sucesivas reformas energéticas, los parches que se han hecho sin dialogar con el sector. Es un cambio de reglas del juego a mitad del partido con medidas retroactivas. Lo que ha ocurrido es que al segundo año de poner en marcha instalaciones fotovoltaicas, el Gobierno establece una medida retroactiva que recorta durante tres años consecutivos el 30% de los ingresos. Como la gente ya ha invertido la mayoría del dinero en la instalación y no recuperará la inversión hasta dentro de 10 o 15 años, esto nos ha dejado sin capacidad de reacción. En el régimen ordinario sin embargo, el impuesto del 7% a toda la generación ha sido transferido al precio del mercado, nosotros con el sistema retributivo que tenemos no podemos, por tanto es un coste adicional. Si al 30% primero le añades este 7%, llegamos al 37% menos de ingresos de los que teníamos previstos. Ninguna empresa, por mucho margen que tenga, puede soportar un 37% de recorte de ingresos en el cuarto o quinto año de funcionamiento. Esto ha llevado a las plantas a un default técnico, ninguna puede financiarse con un 37% de recorte de los ingresos.
L.e. Teniendo en cuenta todo esto, ¿en qué circunstancia queda la fotovoltaica tras la reforma energética?
J.M. Queda más dañada de lo que ya venía. Por eso apeló al diálogo, a levantar la manta. En los medios se ha volcado de forma interesada la imagen de que la fotovoltaica se ha forrado y esto ha dado pie a sucesivos gobiernos a aplicar recortes. Ha llegado un momento que el recorte ha hundido la rentabilidad de los proyectos. Por eso, reclamamos levantar la manta, saber cuáles son los costes reales del sector fotovoltaico y de todas las formas de generación y, a partir de ahí, establecer un mercado que asigne eficientemente una rentabilidad razonable a los inversores.
L.e. Los representantes de las eléctricas afirman que las primas a las renovables han sido un gran negocio para la fotovoltaica y que ésta es la causante del déficit…
J.M. Lo que siempre digo ante eso es que hay que demostrarlo y demostrar con números que ha habido una retribución por encima de los razonable. Si es así, entonces alarmar a la sociedad. Sólo hace falta mirar el precio en que se construyeron las centrales en 2008 y la retribución que tienen ahora y verás que están ahora mismo en default.
L.e. También aseguran que el Gobierno no lo está haciendo bien con las eléctricas en relación a la reforma energética…
J.M. ¡Claro! No está hablando con nadie. El secretario de Estado saliente presentó en el Senado un papel con todas las entrevistas que había mantenido desde que tomara su cargo y tenía 3000 entrevistas. Publicaron la lista de quién había ido al ministerio en un año, efectivamente, salen 3000 personas que han ido a ver a algún funcionario del ministerio. Eso no es un diálogo, puesto que un diálogo requiere un intercambio de ideas. Lo que ha venido a hacer el Gobierno es sentarse con alguien y toma nota de lo que dice. Ahí se acaba el diálogo. Está claro que tiene la facultad de hacer lo que quiera, pero no consulta después los detalles de lo que va a hacer, y en el sector eléctrico los detalles son importantísimos. Por mucho que se alerte de los problemas posteriores al ministerio, les da igual. Ellos dicen que sí han tenido en cuenta las opiniones de todos a la hora de elaborar la norma, pero la realidad es que no ha habido un diálogo después de la publicación del borrador que permitiera mejorarla.
L.e. En el sector no se cree que Soria no haya hablado con las eléctricas para elaborar la reforma…
J.M. No sé si Soria ha hablado con las eléctricas. Pero las medidas que ha tomado hasta ahora son dañinas tanto para la generación convencional como para el régimen ordinario. No digo que no haya que hacer un ajuste mayor en el régimen ordinario, pero creo que la metodología no es correcta, meter un impuesto a lo bestia para intentar recaudar 3000 millones de euros no es correcto. No va a arreglar los problemas que tiene el sector.
L.e. ¿El déficit de tarifa es real o virtual?
J.M. Contabilizado en las empresas está, lo que pasa es que no está auditado, no está auditado que esos costes que se han reconocido a las eléctricas sean costes razonables. Desde este punto de vista se puede discutir que esa cifra no pueda tener una quita. Aun así, el déficit de tarifa es la prioridad número uno de Industria en este momento, lleva un año pensando en esto y es un error, porque está tratando de taponar la herida sin analizar cuál es la enfermedad. Lo único que hace es poner vendas pero la herida sigue supurando por todos los lados. Por ello hay que levantar la manta y mirar debajo.
L.e. ¿La reforma energética atajará de verdad el déficit de tarifa?
J.M. Si lo hace bien sí, si no no. Si ataca a la enfermedad, al funcionamiento del sistema desde cero, el déficit de tarifa se va a solucionar solo. El ministro siempre ha dicho que se ocupa primero del déficit y después de la reforma, ¡pero es al revés! Es que el déficit es una consecuencia del deficiente mercado eléctrico que tenemos. Tratar de reducir el déficit sin tocar el mercado es un error, porque lo único que se hace es parchear ese déficit y luego salen problemas por otro lado. Hay que concentrarse en reformar el sector eléctrico de forma que no vuelva a generar déficit.
L.e. ¿Qué le parece la postura de las eléctricas en este maremágnum?
J.M. Desde Iberdrola, por ejemplo, dijeron que estaban abiertos a un auditoría y me parece que ese es el camino. Sin embargo, todas las eléctricas no han optado por esa postura. Si las eléctricas están de acuerdo en hacer una auditoría de costes, probablemente nos podremos sentar en una mesa a llegar a acuerdos razonables donde la rentabilidad para cada actividad tenga que ver con los riesgos que asume cada uno.
L.e. ¿Qué ocurrirá con la competencia en el sector eléctrico tras la reforma energética?
J.M. La competencia en el sector eléctrico viene de la mano del autoconsumo. No lo digo sólo por España, sino a nivel mundial. En general, el sector eléctrico es un sector clave y, normalmente, su gestión está cedida a un puñado de empresas grandes que no permiten una competencia real. La única competencia real vendrá cuando cada uno pueda gestionar su propia energía.
L.e. ¿Qué opinión le merece la reciente sentencia de la Audiencia Nacional que no considera discriminatorio que las eléctricas afronten el déficit?
J.M. Es una sentencia clave de la que me quedo con que dice que las compensaciones que se dieron a las eléctricas en el año 1997 por pasar de un sistema regulado a un sistema de mercado fueron excesivas y que son la causa del déficit de tarifa. ¿Por qué dice la Audiencia Nacional que las eléctricas lo tienen que financiar? Por que ellos tuvieron una garantía de recuperación de las inversiones que no tuvimos los demás, y porque esa garantía de recuperación de inversiones es una causa originaria del déficit de tarifa.
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